Chopo A.C. 

Felipe Santiago Victoriano Mezquita, nació en la Ciudad de México en julio de 1954, es arquitecto y dueño de un taller de serigrafía. Desde muy pequeño trabajó para suplir las necesidades económicas de su familia, y siempre se empeñó en seguir estudiando. Gracias al esfuerzo de muchos años, logró terminar la prepa y la licenciatura.

En su afán de escuchar nueva música; conoció el rock, y se sintió identificado por el carácter contestatario del contenido musical y del estilo rockero. Por vueltas del destino trabajó en una tienda de discos importados, posteriormente, rentó un puesto en Tepito para vender música. Eso le permitió vincularse con una persona que asistía al tianguis en el Museo del Chopo, desde ese momento ha vendido discos y playeras en el tianguis.

Además, Victoriano se formó como líder estudiantil desde la preparatoria, y cuando trabajó como obrero en una fábrica industrial, afianzó sus convicciones socialistas. Este ímpetu de liderazgo, lo llevó a promover la creación de una asociación civil, para que el Chopo fuera reconocido legalmente. En 1987, con el apoyo de su primer esposa (quien era abogada) y de algunos compañeros, formalizaron la Asociación Civil Tianguis Cultural del Chopo.

Desde esa época Felipe Victoriano ha sido designado varias veces como representante de la organización. En su rol actual de representante del Tianguis Cultural del Chopo, y con el apoyo del comité, gestiona asuntos administrativos, culturales, de prevención de conflictos, entre otros.

1. ¿Cómo te defines Victoriano? 

Soy arquitecto y vendo en el Chopo playeras que se producen en mi taller de serigrafía. Nací y creí en la Ciudad de México, viví toda mi juventud en la colonia 20 de noviembre, cerca de la cárcel de Lecumberri. Siempre me ha gustado leer, he sido ambicioso en términos de aprovechar el conocimiento, desde muy chico leía revistas de ciencia ficción, historia, ciencia, etc.

En la preparatoria me convertí en líder estudiantil. Primero, coordiné el grupo de mi salón, después, pertenecí a la Unión por la Organización del Movimiento Estudiantil- UPOME. Ahí conocí representantes de diferentes preparatorias, CCHs, facultades de la UNAM, el Poli, la Escuela Nacional de Antropología, Chapingo, incluso líderes estudiantiles de las escuelas superiores de Baja California.

2. ¿Cómo empezaste a escuchar rock? 

Me interesé en el rock desde muy joven, crecí escuchando las estaciones de radio en las que sonaba el rock clásico y nacional. Recuerdo que a los dieciséis años me dejé el pelo largo, una chamarra militar, y pantalones de mezclilla. Mi mamá, una mujer de provincia, estaba súper espantada; tanto que me cortó el pelo estando dormido, y me decía: "vete a pelar, te pareces a todos los vagos de allá afuera" y mi papá insistía: "seguro eres marihuano y ratero". Era una época en la que el rock estaba satanizado.

Con el tiempo me he dado cuenta, que lo que más me gustaba de la música, y particularmente del rock, era el contenido. Con el rock apliqué los mismos conocimientos de mi formación socialista; así que fui analizando el contexto social en el que se producía. Por ejemplo, analicé porqué el punk surgió en Inglaterra, sus raíces sociales, sus manifestaciones, y la manera como se convirtió en tendencia.

3. ¿Qué significaba ser un rockero en los ochentas? 

Considero que el rock despertó a la juventud, desde los años 70, y lo logró en muchos lugares del mundo, México incluido. El rock nos dio empuje, nos permitió ver otros horizontes y cuando ves otros horizontes, generas conocimiento y alternativas. En resumen, el rock nos motivó a buscar nuestro propio camino. Ante eso, en México se reprimió fuertemente a los rockeros, se prohibieron las tocadas, y era difícil conseguir material. Por eso es tan importante el surgimiento del Tianguis del Chopo.

4. ¿Cuándo empezaste a asistir al Tianguis Cultural del Chopo? ¿Por qué lo hiciste? 

Asistí desde la segunda semana, cuando el tianguis estaba en el Museo del Chopo, ahí duramos dos años. Durante ese tiempo alquilé dos mesas y estuve vendiendo puros discos. A los dos años nos sacaron, porque a los funcionarios del museo los desborda el movimiento. Pues con el tiempo el museo se convirtió en un lugar de compra y venta, y en el foco de reunión de los rockeros de todos los géneros, ahí se conformó una comunidad; del intercambio de información y de discos. Esto hace que se desborde la gente del museo del Chopo, por eso, un día nos dijeron: "¿saben qué?, se acabó esto".

Y como nosotros ya teníamos una rutina, simplemente nos instalamos en la calle. Por eso, creo que tanto el rock, como el tianguis del Chopo, son producto de la sociedad. Luego tuvimos muchos desalojos porque la gente se quejaba, consideraban que invadíamos el espacio público.



Con el tiempo, decidimos buscar un espacio aislado, con condiciones urbanas adecuadas para mantener el tianguis. Es decir, un lugar sin vecindades, edificios o casas aledañas. Buscamos lugares sin gente que nos señalara, lugares en donde pudiéramos evitar tanta bronca. Cuando intentaron desaparecer el Tianguis; persistimos, nunca perdimos la idea de organizarnos. Yo persistí porque para mí era muy importante estar ahí, yo me llevaba 10,000 pesos por sábado, y en ese tiempo mi sueldo en el trabajo era de 1,800 pesos al mes, entonces para mí era una fuente de ingresos súper importante.



Cuando llegamos a la calle Aldama (entre Luna y Sol) nos estabilizamos. Ya nos habíamos constituido como asociación civil, entonces teníamos un instrumento jurídico para dialogar con las autoridades. En ese momento fue el boom del Tianguis, creció del tal manera que aceptamos a un grupo punk y a un grupo de artesanos a que se integraran al Chopo. Además, en ese momento llegaba mucha gente, entonces todos vendíamos. Sin embargo, recientemente el Chopo ha venido decayendo, por muchos factores.

5. ¿Cuál es tu rutina los sábados de tianguis? 

Actualmente, me encargo del aspecto organizativo, soy uno de los representantes de la AC, y estoy en el aspecto de prevención de conflictos. En este momento, en el comité hay cuatro personas de cultura, una señora de seguridad interna, un chavo encargado de la seguridad externa, y dos tesoreros: Ramón y una chava. A su vez, hay dos secretarios de actas, una persona encargada de prensa y propaganda, y somos tres representantes generales.

6. ¿Crees que el Chopo ha sido un lugar importante en la Ciudad de México? ¿Por qué? 

El Chopo fue resultado de una lucha, y permitió que los jóvenes de este país consiguiéramos un espacio en la ciudad. Si bien los rockeros no abarcan toda la juventud mexicana, sí logramos que un sector de la juventud tuviera un espacio para manifestar sus gustos y sus ideas, tanto culturales como ideológicas. Porque al manifestar tu visión de rock, manifiestas también parte de tu concepción de la vida. Considero que haber contribuido a eso, es algo muy significativo.

Y creo el Tianguis sigue siendo un lugar de concentración de los jóvenes de la Ciudad, un espacio de atracción cultural. Además, es un espacio donde encuentras mercancía que no consigues en otro lado, pues todavía encuentras especialistas en determinados géneros. Además, es un espacio de convivencia en donde puedes sentirte libre.

7. ¿Cuáles han sido los principales logros del Tianguis Cultural del Chopo? 

Al Chopo puede asistir cualquiera, darketos, punketos, skatos, rastas, de todo. Además, los asistentes pueden encontrar los productos que les gustan, y encontrarse con sus congéneres. Entonces el Chopo es un polo para que los jóvenes se distraigan y adquieran su parafernalia. Además, es un polo cultural, al estar ahí se genera cultura.